Las aplicaciones de IA cuentan con potencial para transformar los modelos de negocio, pero antes deben superar ciertos desafíos estructurales
Innotrans 2024, que se ha celebrado del 24 al 27 de septiembre en Berlín, ha supuesto un “castillo de fuegos artificiales de innovaciones” en todos los ámbitos relacionados con el sector ferroviario. Sin embargo, uno de los elementos estrella en este viaje hacia el futuro ha sido la digitalización, en concreto la aplicabilidad de la IA como tecnología innovadora y disruptiva.
En la gran mayoría de debates, stands y presentaciones la IA ha sido la gran protagonista, principalmente por su versatilidad: aporta valor en la optimización de la utilización de los trenes, en la mejora operativa del mantenimiento y en la experiencia de los usuarios. De hecho, la feria ha contado por primera vez con un área específica dedicada a la IA y un tour llamado “IA Mobility Lab” que ha ofrecido visitas guiadas a los expositores que han presentado sus novedades en este campo.
En la ceremonia de apertura, bajo el título “De la exageración a la realidad: la IA en el sector de la movilidad”, representantes de operadoras y constructoras de prestigio debatieron acerca de las oportunidades y condiciones que deben darse para utilizar la IA con éxito. A través de casos de uso concretos se ha explorado la gran ventana de oportunidades que ofrecen la digitalización y esta nueva tecnología: cámaras con IA que evalúan las instalaciones y habilitan una secuencia adecuada para el mantenimiento, monitorización inteligente del estado de activos, analítica predictiva aplicada a fallos potenciales, billetes internacionales unificados, precios en función de ocupación…
Cabe destacar, sin embargo, que para materializar estos esfuerzos de digitalización es necesario reequipar los vehículos y abordar el saneamiento físico de la infraestructura ferroviaria. El hecho de que menos del 10% de los casos de uso de IA planteados hayan alcanzado la fase de producción pone de manifiesto que la IA aún se enfrenta a obstáculos importantes, aunque podemos afirmar que su uso en el sector ferroviario ya es una realidad.
Uno de los desafíos más importantes es el de la gestión de los datos, que son la fuente de estas herramientas de IA. La calidad de los mismos y la creación de un modelo que permita su compartición es fundamental para obtener resultados satisfactorios. Para ello es necesario generar entornos fiables y seguros en los que prime la interoperabilidad entre los distintos actores del proceso, incluso entre competidores. Solo así se podrá mantener un control efectivo y ‘ciberseguro’ sobre los datos deseados y garantizando también el blindaje de los sistemas de IA desde la fase de diseño.
Además del aspecto técnico, el desarrollo acelerado de la IA también demanda una respuesta jurídica. Es esencial elaborar un marco normativo claro y fiable para el uso de la IA que facilite la cooperación sectorial.
La IA cuenta con potencial para generar movimientos en los modelos de negocio del sector, lo que a su vez demanda nuevas competencias, capacidades y habilidades. Es importante por tanto la colaboración con universidades y centros de formación que dotan de personal especializado y cualificado. El sector ferroviario tiene 150 años de antigüedad, pero se encuentra ante una oportunidad única de transformarse en un sector muy atractivo para los futuros profesionales.
La adaptación a la nueva realidad que representa la IA debe involucrar a todos los actores del sector: operadores, gestores de infraestructura, constructores y, por supuesto, proveedores tecnológicos. Como punta de lanza de la innovación digital, es fundamental que los proveedores tecnológicos dotemos a nuestras soluciones y productos de las capacidades necesarias para permitir el autodiagnóstico inteligente mediante algoritmos analíticos, la interoperatividad con los sistemas con los que interactúa y la seguridad de los datos y algoritmos utilizados.
Quique Sánchez Candorcio.
Director de negocio Ferroviario e Industria de Trebide.